Las parejas están optando por viajar sin familia para reencontrarse, encontrar aficiones en común y compartir momentos únicos que les cambien la vida.
Por eso les queremos recomendar un destino para emprender el viaje e iniciar la aventura.
Estas playas fueron hechas para enamorarse. La comida rica, los largos paseos, la intimidad y la arena suave son sus ingredientes secretos.
Aunque es un preferido para los que viajan de luna de miel y los internacionales, Puerto Vallarta ha llevado sus atractivos naturales e infraestructura turística a su máxima expresión, por lo que es científicamente imposible que alguien lo pase mal aquí, sobre todo si lo que se busca es un destino para relajarse por completo.
Sus costas son famosas por su limpidez y belleza, con el valor agregado de la intimidad y la cercanía con todo lo que pudiera necesitar para unas vacaciones inolvidables. Puede rentar un coche para trasladarse desde aquí a Nuevo Vallarta o Punta Mita, todo sobre los 100 kilómetros de la Bahía de Banderas, la más larga (y entre las más hermosas) del país.
En Vallarta, se puede hacer un paseo panorámico por el malecón y detenerse en cualquiera de los excelentes restaurantes o bares aledaños. A corta distancia está el imprescindible Café des Artistes, el bistró del chef Thierry Blouet, la elección correcta para una ocasión especial.
El sitio más divertido para disfrutar el mar es la Playa de los Muertos. Aquí se puede disfrutar, más que en ningún otro sitio, la diversidad de la gente y hacer amigos. Desde la apertura de su nuevo muelle, es un gran lugar para esperar el atardecer y disfrutar la iluminación escénica de la estructura principal. Además de experimentar con una moto acuática o incursionar en el paracaidismo, desde aquí se puede tomar una lancha para llegar a Yelapa, un pueblito de pescadores en el que se sentirá desconectado del mundo.
Te recomendamos que emprendas tu luna de miel en una travesía para los sentidos. ¿El truco? Comida increíble, paseos panorámicos y todas las posibles complacencias.
El secreto de la luna de miel perfecta está en la elección de un lugar que les permita escapar de todo y les garantice actividades perfectas para los dos.
Llenen el viaje de pequeños detalles que crearán recuerdos imborrables. Un destino íntimo, un tanto apartado de la hiperactividad citadina, es muy recomendable, sobre todo si tienen un paisaje de postal, un bosque frío entre montañas o una playa virgen, pero también la posibilidad de explorar la naturaleza, navegar, esquiar o simplemente caminar por la costa al atardecer. Hagan una cita en el mejor spa de la zona y regálense un masaje en pareja. Para cerrar el día, reserven una mesa en un restaurante delicioso.
Y para que reserves en un Resort acorde al plan, te recomendamos algunas opciones aquí.
¿Te dieron más ganas de viajar?
