Lo único que brilla más que los jugadores en un campeonato mundial, son los países que representan. Es una gran oportunidad para conocer más de sitios esparcidos por todo el mundo; sus costumbres, su comida, su gente, su música. Aprovecha esta temporada e inspírate para actualizar tu lista de viaje.
Aquí te traigo mis favoritos para visitar:
Su “jogo” no es lo único bonito de Brasil. Este país es icónico en muchas maneras: ahí nació la samba y el bossa nova, los carnavales tropicales y las caipirinhas, y por supuesto, una pasión y talento futbolero casi tan hermoso como sus paisajes de playas y selvas amazónicas.
¿Le podremos llamar la capital del fútbol? Considerando su fanatismo y que le ha regalado al mundo algunos de los jugadores más emblemáticos de este deporte, se podría decir que sí. Argentina es un país fascinante, con comida, naturaleza e historia tan grandes como su famosa “mano de Dios”. Atrévete a probar su vino, sus asados, bailar su tango y descubrir sus montañas nevadas.
Para vivir el fútbol entre risas y una buena fiesta, este es el país correcto. Su sentido del humor y creatividad superan su historia futbolística, pero la acompañan en una experiencia inolvidable. Su cultura es el punto más fuerte en el marcador viajero, con gastronomía, artesanías y zonas arqueológicas que varían de región a región.
Vámonos a Europa y celebremos a uno de los países más interesantes en cuanto a fútbol se refiere, pero que también sobresalen en todo lo demás. Quizá la obra más famosa del mundo, la Mona Lisa, se encuentra en el museo del Louvre, el castillo más deslumbrante que verás en tu vida está en Versalles, y definitivamente las calles más románticas las encontrarás en París, con el monumento epítome al amor: la torre Eiffel. Así que enamórate del fútbol y de la vida en este increíble país.