¡Barcelona es un destino imperdible!

 

La gloriosa Barcelona es una de las cuatro provincias que conforman a la comunidad de Cataluña, en España (aunque es considerada como una comunidad autónoma). Esta capital cuenta con una historia rica en muchos sentidos pero hoy nos enfocaremos en nuestro favorito: el gastronómico.

Platillos catalanes únicos

Hace ya muchos años que Barcelona se ha convertido en un destino ideal para ‘foodies’ gracias a un amplio elenco de chefs de primera fila que han recuperado y creado un recetario de suculentos platos.

Por ejemplo, el pan amb tomàquet. ¡Qué gran invento este clásico entre los clásicos! Tan sencillo y, al mismo tiempo, tan delicioso, forma ya parte de la identidad gastronómica catalana. La primera referencia que se tiene de esta típica combinación payesa data de finales del siglo XIX.

 
 

Otra de las propuestas culinarias más importantes de la cocina catalana es la butifarra. Es un tipo de embutido grueso, hecho de cerdo y condimentado y cocinado de muy diversas formas. Se puede comer cruda, frita o asada a la parrilla.

Las calçots son un tipo de cebolla tierna muy popular en el interior de Cataluña. Se consume principalmente entre finales de invierno y primavera, acompañados por salsa romesco o salvitxada. Este platillo saludable y delicioso, no muy conocido fuera de Cataluña hasta hace poco, ha empezado a ser degustado y apreciado en toda la geografía española en los últimos años.

La dulzura no queda fuera

Y para terminar, ¡los postres! Otra comida típicamente catalana, la coca. Para los no catalanes, puede resultar difícil de definir e identificar: pueden ser dulces o saladas, parecidas al pan o incluso a la empanada… Lo mejor para salir de dudas, probarlas en cualquiera de las tiendas y pastelerías que las preparan de manera increíble.

Fans de la crema catalana, sigan leyendo, porque estamos seguros de que incluirán este gran platillo en su próxima visita a Barcelona.

 
 

La crema catalana, con casi tres siglos de vida, es una verdadera delicia, sobre todo si se prepara al estilo tradicional. Lleva yema de huevo, azúcar, harina de trigo o de maíz, leche aromatizada con canela y piel de limón o de naranja. Si además se sirve en cazuelas de barro, la experiencia es perfecta.

Así terminamos nuestro artículo, no sin antes mencionar que planear tu viaje a Barcelona en septiembre, octubre o noviembre es lo ideal, debido al ahorro de dinero, el clima y la temporada baja de turismo. Además, con RCI Nights podrás reservar por las noches o semanas que quieras, descubrelo dando clic aquí.

 

Acabas de leer sobre...

¿Te dieron más ganas de viajar?

¡Gracias por tu respuesta!
 

Artículos
relacionados